14 diciembre, 2017
Hace tiempo recibimos la llamada de la periodista de La Vanguardia Patricia Ventura para conocer nuestra opinión sobre la polémica que se estaba desatando acerca de ciertos mensajes que emitía la Policía Nacional a través de su cuenta de Twitter.
Unos días más tarde, La Vanguardia publicó un estupendo reportaje en el que se recogían varios puntos de vista, desde psicólogos a los propios responsables de la gestión de la cuenta de Twitter de @policia en ese momento, y nosotros. Aunque desde 2015 el responsable de redes sociales de la Policía ya no es Carlos Fernández Guerra, recomendamos su lectura para reflexionar sobre todas las perspectivas ya que se trata de un debate que se mantiene vigente.
Aunque ha pasado cierto tiempo, nos gustaría aprovechar este espacio para extender un poco nuestro punto de vista al respecto. Y nos gustaría hacerlo desde dos ángulos diferentes: desde la gestión de la marca en general y desde la propia gestión de las redes sociales.
(Ya que podemos entender a la Policía Nacional como una marca):
Una marca es una cajita en nuestro cerebro que contiene una serie de atributos que vamos introduciendo en función de nuestras experiencias en los puntos de contacto que hayamos tenido con ella.
Por tanto, ha de tener en cuenta estos 5 principios básicos:
Por tanto, centrándonos en la “marca Policía”: Si creamos un canal (social o no) como punto de contacto con un determinado segmento de nuestro público o colectivo, o con un objetivo único y diferencial, este nunca ha de contradecir lo que construyen los puntos de contacto existentes. Si queremos ser “distintos” en el nuevo canal habríamos de hacerlo de forma progresiva, sino crearemos otra marca nueva en la cabeza del usuario, o simplemente le confundiremos.
En definitiva, hay que tomarse un tiempo para mover o modificar una marca (aunque sea en un solo canal), y sobre todo, hemos de tener objetivos y públicos claros, y respetar las líneas editoriales y formas del resto de puntos de contacto.
Al analizar el tono y contenidos de la cuenta de Twitter de la @policia, en la exitosa época de Carlos Fernández Guerra al cargo, pensamos que hay que tener en mente tanto aspectos de gestión de marca como de gestión de redes sociales.
Al chocar tanto el tono entre su Twitter y otros puntos de contacto de la Policía con el usuario, pensamos que, aunque nos falta información sobre los objetivos, públicos y estrategia en general, seguramente hayan de plantearse su estrategia en medios sociales de una forma que no haga sombra al resto de esfuerzos de la marca.
A pesar de su rotundo éxito en Twitter, esta disparidad de discurso puede socavar la credibilidad de la marca Policía, un riesgo que una institución al servicio de la seguridad ciudadana no se debería permitir.
Socio Director de Nordia